martes, 13 de septiembre de 2011

Little dreams.

A veces me gustaría desaparecer de mi ubicación geográfica por un tiempo. Un tiempo saludable de soledad y extrañitis. Saber quién me extraña, quién no, volver y ver todo diferente, o no.
Lejos. Londres quizás, ciudad perfecta para mi conciencia retorcida y mis ánimos de sube y baja. Llueve mucho allá, así que si. Inmensas praderas verdes, mucha historia y cuentos de familias reales en castillos soñados, museos y ese idioma que me fascina oír de un Inglés. Tal y como me gusta a mi. Claro que siempre hay un pequeño detalle que me hace rever la billetera.
Quién te dice the one esté allá. Allá o en cualquier lugar. ¿O está acá? No lo veo, tirame una soga.
En fin, hay tiempo para todo, más tiempo que vida dicen. Que la mía seguro que no, que la de nadie en realidad. Pero que vida en sí, si.

lunes, 12 de septiembre de 2011

jueves, 8 de septiembre de 2011

Sick.

Aire fresco en la cara. Música, música de fondo. Color blanco, por todos lados. Don't let him go away.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Si, Adrián.

Gris. Stand by. Nublado. Largada. Eso no soy yo en ningún aspecto de mi vida. Me gusta blanco, o negro. No me gustan los intermedios, los casi pero no. Son una mentira. No existen. Son imposibles. O te gusta el chocolate, o no te gusta. O te gusta un cantante, o no te gusta. O te gusta un programa, o no te gusta. O te decidís a algo, o no lo hacés. O saltás y te tirás, o te quedás mirando desde arriba con vértigo en las piernas. O gritás y que se escuche lo que pensás, o te lo callás y morís en vida. O estás mal, o estás bien. No estás más o menos. Si estás más o menos te pasa algo. No estás bien, estás mal. Un poco mal. No más o menos.
Prácticamente el 90% de las veces, lo que me propongo lo logro. Soy muy objetiva, y a eso voy siempre, al objetivo. Y ahí llego. Y si no llego, intento de nuevo. Y llego. Perservera y triunfarás, como buena vasca porfiada que soy.
Pero evidentemente esto no es lo mío. Nunca lo fue. No se jugar. Pierdo. 50 y 50. 50% mío y los miedos que vos me trasladaste. Mío y vos. No es que me cueste reconocer las cosas. O si. Pero no puede ser mío. Eso no soy yo. Eso es lo que dejaste acá, es tuyo, te pertenece, retiralo de alguna manera de mi ser, porque no forma parte de mi esencia. No me gusta el miedo, menos el miedo que no es mío. Lo mío es la lucha, pero no el miedo. Lo mío es la claridad, la organización, no la inestabilidad. Esa parte no es mía, no puede convivir con lo que soy, no a lugar. Llevate todo rastro tuyo de acá. No más a tu fisonomía, no más a tu esencia. No más.

¿Será que estás en la otra punta del planeta? ¿O no estás? ¿Puede pasar eso? ¿Puede que no estés en ningún lugar? Simplemente... que no estés.