Y de repente con delay me surge la pregunta más idiota del planeta: ¿Tendría que haberte saludado? No, no tendría que haberte saludado un cuerno. Con esa cara de perro mojado (aunque ahora se parece más a un oso... o a un X-Men) no me comprás más. Esas son las reglas de juego que elegiste, perfecto. Vos decidiste primero. Así jugaremos, entonces. You lose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario