Let it be.

Necesito saber que vas a querer estar ahí cuando yo quiera que ahí estés. Necesito saber que no sos un triste e iluso capricho más de los que se me cruzan por la cabeza y el camino. Necesito, quiero, reclamo, pido, ruego que seas vos. Hablame. Ahí estás. Vos y otros más. Pero quiero que me hables vos. Increíblemente (o no) me desequilibrás tanto o más quizás que el psicótico del cual estuve cuasi-enamorada/obsesionada al que le seguiste por orden de tiempo (y manía) inmediatamente. Estás, te ausentás, volvés, luego me frecuentás un par de días por algún medio moderno de comunicación, desaparecés, lejos, estás lejos; un día, uno de esos días que más sentí ganas de controlar tu cabeza o al menos tus manos para que discaran mi número de telefonito, llamás de nuevo. No entiendo las cosas así. Quiero que estés. Quiero que me hagas reir. Quiero que cantes Sabina. Quiero que me digas muñeca una vez más. Acá estoy. Como reza tu subnick... let it be.